sábado, 22 de mayo de 2010

MESSI, EL ADJETIVABLE

Desde hace varios meses el mundo, no sólo el futbolístico, se asoma a los televisores para ver, admirar las obras de arte que un argentino de 1,70 metros realiza con una periodicidad insultante para los contrarios.

A tenor de las exhibiciones de Lionel Messi los periodistas y observadores ordeñan sus cerebros y sus diccionarios para encontrar -cual espárragos entre las malas hiervas- un adjetivo, una palabra, un calificativo que condense todo lo que demuestra cuando pisa el asfalto verde por el que despliega sus coreografías.

David Trueba en un artículo en EL PAÍS puso sobre la mesa su "espárrago" lo definió como isótropo y antófago (os recomiendo la lectura para comprender los adjetivos)

Pues bien, nos lanzamos a la piscina del lenguaje para bucear y llevar a la superficie a alguien que es muy fácil de definir: el mejor jugador que he visto en mi años de aficionado al fútbol.



Ponerle un calificativo a Messi o al mejor Barça de la Historia es sencillo. El castellano y la imaginación son suficientemente maleables para continuar fotografiando léxicamente los goles, regates, pases, paredes, carreras de obstáculos, con que el actual (y próximo, y siguiente y...) Balón de Oro nos regala cada 72 horas. Difícil y complicado es definir el juego este año del Real Madrid, del Liverpool, del Valencia o del Milán y de muchas de sus estrellas ¿a qué juegan?, si el Barça y Messi a fútbol los demás a un deporte que se parece, pero que no se puede asegurar que sea el mismo.

Dejo a parte su humilde forma de ser (made in La Masía), en un reino de "drama queens" egoístas, celosos y presumidos en que se ha convertido el fútbol de élite.

El 10 del Barça es un jugador enciclopédico, un futbolista 2.0 cuya calidad alejandrina (inmensa, inacabable, épica) contrasta con el intento por encontrar rimas entre versos sueltos de muchos cheques en "blanco".

Es un astro que siempre lleva pegado un balón como si se tratase de un satélite mientras describe órbitas con direcciones, ángulos y trayectorias indefinidas.

Messi es un regalo para los que gozan con el fútbol y el culpable de que a partir de ahora los detractores del llamado deporte rey deben acomodar su frase preferida. El famoso "el fútbol son 22 tíos, en calzoncillos, corriendo detrás de una pelota" ha evolucionado a la nueva frase "el fútbol son 21 tíos, en calzoncillos, corriendo detrás de Messi"

1 comentario:

  1. Parece que durante años, no tendremos más opción que quitarnos el sombreroa ante la genialidad del pulguita. Celebro tu regreso a la blogosfera!

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